Quito gran destino turístico.
El panecillo
Subir
al Panecillo y admirar la extensión de Quito desde las alturas es una
experiencia que debes vivir en tu paso por la ciudad de la Mitad del Mundo. El
Panecillo es una loma que divide a la ciudad entre norte y sur y en cuya cima
está la representación de la única virgen alada, también conocida como la
Virgen de Quito. Es una estructura gigante compuesta de 7 mil piezas de
aluminio, réplica de la escultura del artista quiteño Bernardo de Legarda.
Te
recomendamos acceder a la cima de la loma de El Panecillo en taxi o en el bus
turístico. Desde ahí podrás admirar el trazo de esta ciudad milenaria que no ha
alterado su morfología original en más de cuatro siglos. Este fue uno de los
motivos por los que la UNESCO lo declaró como Primer Patrimonio Cultural de la
Humanidad. El monumento de la Virgen te permitirá admirar en detalle elementos
como la serpiente, el mundo, la corona y las alas de esta imagen religiosa.
¡Ver los detalles de la Virgen demuestra que visitar Quito es una experiencia
única!
Desde
aquí tienes una vista privilegiada de toda la ciudad. Existe un mirador pequeño
al costado sur, desde el que podrás observar varios de los picos y volcanes de
nuestra cordillera desde El Panecillo. Se puede disfrutar de Quito y toda su
gloria desde estas alturas.
Otro
atractivo que hace visitar Quito, está ubicado en ese mismo mirador. Es un
monolito de piedra que según las investigaciones, es un punto de energía que
apunta directamente al centro del planeta. ¡Trata de tocarlo para conectarte
con la madre tierra y renovar tus energías!
Calle de las 7 cruces.
La
Calle de las Siete Cruces es como también se conoce a la calle García Moreno,
donde está el Palacio Presidencial también llamado Palacio de Carondelet.
Además de albergar la casa de Manuela Sáenz, figura clave en la independencia
de América del Sur y compañera sentimental de Simón Bolívar, esta vía tiene un
atractivo particular que expresa la fe en tiempos coloniales, la cual aún
mantiene su carácter ritual en la ciudad. Siete iglesias flanquean la ruta, que
a finales de la etapa Colonial era utilizada para transportar mercadería, pero
que ahora es un hito turístico.
El
recorrido empieza, de norte a sur, con la iglesia de Santa Bárbara (de 1550,
pero restaurada luego del terremoto de 1987) y pasa por la iglesia de La
Concepción (de 1575), que funcionó como el primer monasterio de la ciudad.
La
tercera y la cuarta cruz le pertenecen al templo de La Catedral y a la iglesia
de El Sagrario (1564 y 1699, respectivamente).
En sus paredes queda el registro de varios acontecimientos históricos de
Quito, como la proclamación de Independencia de 1809. Solo la cruz de la
Catedral continúa intacta. La quinta cruz aparece, a media cuadra, en la
espectacular iglesia de La Compañía de Jesús (de 1613), de estilo barroco, cuya
portada exterior fue labrada en piedra volcánica, mientras que su interior está
cubierto totalmente por láminas de oro talladas. Esta es la cruz más grande de
todas, pues se dice que la iglesia, de la orden de los jesuitas, tenía más
presupuesto para su construcción. La sexta y séptima cruz son las del
monasterio del Carmen Alto y de la capilla de San Lázaro.
Iglesia y plaza de la Merced
La iglesia
de Nuestra Señora de la Merced, ubicada en la plaza del mismo nombre, gracias a
su estilo barroco y morisco es una viva expresión de la estética del siglo XVI.
En su interior podrás encontrar esculturas del Bernardo de Legarda (como la
Virgen de la Merced, hecha en piedra) y obras de Miguel de Santiago, de la
Escuela Quiteña.
El
convento ubicado en las calles Mejía y Cuenca tiene una belleza excepcional,
entre los atractivos que aloja figura el reloj de sol del siglo XVII, ubicado
en una pequeña cúpula, la fuente de piedra con un dios Neptuno tallado en el
centro, las pinturas creadas por Miguel de Santiago, Nicolás Goríbar, Bernardo
Rodríguez y Manuel Samaniego, las Catorce Estaciones del Vía Crucis, por la
Judía Pinta, entre otros tesoros.
Iglesia
y plaza de Santo Domingo
La
iglesia de Santo Domingo es una de las estructuras religiosas más importantes
de la ciudad, con una historia que se remonta al año 1581. La plaza en la que
se encuentra, que lleva su mismo nombre, fue un mercado indígena y ahora es un
sitio de exposiciones de arte al aire libre.
Plaza San Francisco
Una de
las más grandes de Quito, esta plaza es una planicie de piedra volcánica en la
que encontrarás la iglesia y el convento de San Francisco, uno de los complejos
arquitectónicos más imponentes de América. Fue construido en 1550 y, desde
entonces, sus campanarios gemelos son parte de la imagen postal de la ciudad.
Desde
períodos preincaicos y antes de la conquista española, fue el principal mercado
de la zona, donde se comerciaban todos los productos que venían del mar, del
campo andino y de la Amazonía.
Plaza
Grande
Conocida
como "Plaza de la Independencia", la Plaza Grande es el núcleo del
Centro Histórico, donde también podrás apreciar la dinámica diaria de muchos
quiteños. No fue la primera plaza de la ciudad, pero, desde el siglo XVI ha
sido un punto de reunión por excelencia y escenario de leyendas y crónicas de
Quito, pues está flanqueada por La Catedral, el Palacio Presidencial, el
Palacio Arzobispal y el Palacio Municipal. A los lados y bajo La Catedral encontrarás
cafeterías, donde podrás degustar sándwiches de pernil, jugos de fruta fresca y
secos de chivo, preparados por mujeres que llevan años en su oficio.
Como
en pocas partes del mundo, en el piso más bajo del Palacio de Gobierno verás
una tienda con artesanías y te llamará la atención una barbería muy tradicional
en la ciudad.
En
medio de la plaza está el monumento a la Independencia, inaugurado el 10 de
agosto de 1909, donde verás un león herido (en referencia a las tropas
españolas), un cóndor rompiendo las cadenas de la opresión (emblema del país)
y, en la parte superior, a la diosa romana Libertas, que sostiene una antorcha.
A
pocos pasos de la plaza está el Pasaje Espejo, una calle peatonal en la que se
encuentra el histórico Teatro Bolívar y la Plaza Chica, además de restaurantes
de comida típica y de cocina-fusión.
A una
cuadra de distancia de la Plaza Grande está la casa patrimonial Pérez Pallares
que es, quizás, uno de los puntos históricos recuperados más emblemáticos.
Desde uno de sus balcones, se cuenta que Manuela Sáenz le lanzó un ramo de
flores a Simón Bolívar, desencadenando una relación amorosa, que luego
influiría en el proceso independentista de América. Actualmente, la casa está
por convertirse en un hotel.
Plaza
de San Blas
Considerada como la entrada al
Centro Histórico de Quito desde el siglo XVI, actualmente está remodelada y
tiene un jardín vertical, nuevas piletas, luminarias y otros detalles que te
invitan a hacer un recorrido nocturno inolvidable. Pasada la ebullición urbana
del día, las calles y plazas del Centro Histórico, que se iluminan por la
noche, se vacían y emergen las formas pulidas e imponentes de las edificaciones
coloniales.
Monasterio
de el Carmen Alto
El
monasterio del Carmen de San José fue el primero de la Orden de Carmelitas Descalzas
en la antigua Audiencia de Quito. Establecido en el año de 1653, constituye uno
de los íconos religiosos de mayor trascendencia para los habitantes de la
ciudad, ya que en esta casa, antes de ser monasterio, vivió y murió Santa
Mariana de Jesús (1618-1645), conocida también como la Azucena de Quito.
Al
destruirse en 1698 el convento de las carmelitas en Latacunga, la comunidad
buscó refugio en Quito, pero al prohibir la Regla la presencia de más de 21
monjas de velo negro en cada monasterio, debió establecerse una nueva casa, con
lo que se llamó al primigenio monasterio, Carmen Antiguo o Carmen Alto.
Ubicado
en las calles García Moreno y Rocafuerte, frente al Museo de la Ciudad, sobre
la “Calle de las Siete Cruces”; desde el año 2013 se encuentra abierto en el
monasterio un museo, emplazado en los dos claustros más antiguos, en él, se
puede apreciar el patrimonio material e inmaterial conservado por las
carmelitas durante más de 360 años, en una exposición moderna que presenta
obras de arte religioso de artistas anónimos y reconocidos de la ciudad.
El
recorrido permite al visitante aproximarse a la vida de Mariana de Jesús a
través del pincel del pintor colonial Hernando de la Cruz (¿1592?-1646), de
Joaquín Pinto (1842-1906) y Víctor Mideros (1888-1967).
Entre
las principales piezas de imaginería del monasterio, podemos encontrar pequeñas
imágenes costumbristas de los siglos XVIII y XIX que conforman el belén
carmelita, una espléndida custodia de metales y piedras preciosas o el conjunto
escultórico de tamaño cercano al natural del Tránsito de la Virgen María (siglo
XVIII), entre otras.
LA RONDA
Es una
calle tradicional, asociada con la bohemia y el arte del Quito de antaño.
Sinónimo de gastronomía, artesanías y diversión, especialmente por las noches,
es la calle más antigua de Quito y vio nacer músicos pioneros del pasillo,
pintores y a varios de los poetas más reconocidos de los años 30.
Una
cuadra al sur de la Plaza Santo Domingo, en pleno Centro Histórico, hay un
espacio donde te reencontrarás con juegos del pasado, como trompos, yo-yos,
muñecos de madera o la rayuela, entre otros. Y si quieres sacar fotos, este el
enclave perfecto, pues aquí los artesanos trabajan a vista de los peatones
materiales como plata, paja toquilla y hojalata (la hojalatería es parada
obligatoria). En locales como Zalabartes, Humacatama o Chez Tiff, por ejemplo,
encontrarás otros artesanos que trabajan con chocolate, miel de abeja, madera o
textiles.
CIUDAD MITAD DEL MUNDO
¿Sabías
que Quito está en la mitad del mundo? Sí, y es su latitud 0-0’-0’’ la que hace
que esta ciudad y el mismo país sean únicos.
En el
siglo XVIII, una misión geodésica francesa trabajó durante ocho años para
definir dónde cruza la línea ecuatorial y, en 1836, se construyó un monumento
en el lugar señalado. Actualmente, este es una de las principales atracciones
turísticas de Quito, hay pocos lugares en el mundo donde puedes tomarte una
foto con un pie en cada hemisferio.
Para
honrar los esfuerzos históricos de una misión geodésica, el monumento
ecuatorial Ciudad Mitad del Mundo fue construido en la Parroquia de San Antonio
y está localizada en el Museo Etnográfico en Quito. A 13 kilómetros norte del
centro de Quito, los visitantes pueden disfrutar las vistas sobre el monumento
en la mitad del mundo, que se encuentra en la parte superior del monumento a 30
metros de altura. Hecho de hierro, hormigón y decorado con pierda andesita
hermosa, el monumento es una visita obligada para los turistas del centro del
mundo; Quito.
Cerca
del monumento histórico, se encuentra mucha cultura, verdadera prueba que como
el centro del mundo, Quito, no hay otro. El Museo de Sitio Intiñan da a los
turistas una visión de las maravillas realizadas sólo en el centro del mundo.
Solo en el museo pueden ver demostraciones dirigidas por nuestras guías
expertas, cómo equilibrar un huevo sobre un clavo y como el efecto Coriolis
afecta a la forma en que el agua fluye. El museo también ofrece una visión histórica
de nuestros antepasados, una mirada más profunda a la historia de Quito y
también ofrece una ubicación para los festivales que se toman acabo durante los
días de Equinoccios y Solsticios.
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